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50 aniversario de HuangTaiji Singapur.

Por Patrick A Kelly 28/11/2009

El Maestro Huang realizó un gran trabajo estableciendo y haciendo evolucionar su enseñanza del Taiji en el sudeste de Asia. Por eso queremos felicitar a la Sociedad de Taiji de Singapur por alcanzar con éxito su 50 aniversario. Este éxito está relacionado con las valiosas aportaciones del Sia Mok-Tai y Samuel Kuah, los instructores jefe durante los que estuve en contacto con la Sociedad. A pesar de que dirigir una sociedad así implica dificultades, estas se desvanecen a la larga y pierden su importancia a la luz del éxito global que la Sociedad Singapur Taiji había obtenido ayudando a los habitantes de Singapur a través de la enseñanza de los métodos refinados y auténticos de Taijiquan del Maestro Huang.
Mi primera visita a la Sociedad de Taiji de Singapur fue en 1977, hace 32 años. Los miembros de la Sociedad eran muy acogedores y en los siguientes años viviendo con el Maestro Huang en Kuala Lumpur y más tarde en Kuching, siempre me gustó pasar por Singapur al llegar y al irme de Asia, quedandome para practicar con los estudiantes de Singapur. Desde ese momento, con el establecimiento de mis escuelas en Nueva Zelanda, Australia y Europa, regularmente pasé, y algunas veces también mis estudiantes, por Singapur, siendo recibido siempre calurosamente en la Sociedad de Taichi de Singapur.
Aprender directamente del Maestro Huang fue una gran oportunidad, y dado que hace ya más de 17 años que falleció, y por lo tanto muchos de los estudiantes de las escuelas de Singapur y Malasia nunca le conocieron, me gustaría transmitir mis impresiones sobre su estilo de enseñanza y algunos detalles de los aspectos más importantes de sus métodos de Taichi. Él constantemente refinaba y desarrollaba sus métodos - al igual que su profesor el Gran Maestro Cheng Man Ching, que se describió a sí mismo como "El Niño Mayor que nunca se cansa de Aprender". Habiendo trabajado tan duro para lograr su propia comprensión, Master Huang no daba sus métodos fácilmente, sino que prefería dar pistas a la gente, dejándola tener éxito o no en función de su propia inteligencia en la práctica. A pesar de que inicialmente desconfiaba de los occidentales, gradualmente fue apreciando mi presencia, destacando con posterioridad que tener éxito en Taiji era completamente independiente de la raza. Creía firmemente en la importancia del esfuerzo personal diciendo: "La vida es difícil, e incluso al envejecer no significa necesariamente que se vuelva más fácil, pero el esfuerzo y el progreso producidos siempre valen la pena".
Aunque en su juventud el Maestro Huang era principalmente un artista marcial, escuchaba a su profesor el Gran Maestro Zheng Manqing quien, habiendo explicado que el Taijiquan tenía tanto un lado marcial como un lado de crecimiento interno, se pronunció: "El aspecto marcial del Taijiquan es útil, pero no es importante". En sus últimos años el Maestro Huang frecuentemente empezaba sus largas charlas con los estudiantes diciendo "Taijiquan, bu shi wushu" (El Taijiquan no es un arte marcial). En otras ocasiones pronunció: "Yo enseño Taiji, no Taijiquan". Yendo más allá, una noche durante la cena, me dijo personalmente: "El Taiji no es importante; el Dao es importante". Situadas enigmáticamente opuestas a su inclinación hacia el crecimiento interno, plenamente comprobadas y difícilmente superadas, estaban sus habilidades marciales. El Maestro Huang era conocido y respetado en el mundo de las artes marciales sobre todo por la calidad y la fuerza de su poder interno (Taiji Jin). De hecho viajé extensamente por el mundo y conocí a muchos profesores de Taiji, pero ninguno podía compararse en habilidad marcial al Maestro Huang, exceptuando quizá el Maestro del estilo Wu Ma Yueliang de Shanghai, yerno de Wu Jianquan. Incluso así, mientras que en el nivel más importante, el de la Mente y más allá, su capacidad era similar, en el nivel físico los movimientos corporales del Maestro Huang eran más suaves y sutiles.
¿Cuál es la diferencia entre la fuerza interna y la fuerza externa? Puede entenderse de dos maneras. En primer lugar la fuerza externa simplemente es cuando la mente superficial, realizando cierto esfuerzo, contrae los músculos, mientras que los procesos sutiles que se producen entre el pensamiento de moverse y el movimiento que aparece finalmente, son fortalecidos y refinados mediante repetición pero permanecen en un nivel inconsciente. Por el contrario, la fuerza interna consiste en el fortalecimiento y el refinamiento deliberado de los procesos mentales y energéticos intermedios, prestando una atención mínima al fortalecimiento de los músculos en sí mismos. Es decir, la fuerza externa implica el uso de atención e intención (generados por el deseo de alcanzar algo) en el nivel del movimiento externo del cuerpo, mientras que la fuerza interna implica el uso de atención e intención (generados por un esfuerzo profundo y claro de la voluntad) en el nivel del campo energético y los procesos sutiles del cuerpo (que por su parte producen los movimientos externos).
Pero además, la fuerza interna que puede ser desarrollada en, por ejemplo, Fujian White Crane (La Grulla Blanca de Fujian), es diferente de la fuerza interna desarrollada a través de la práctica adecuada del Taiji. Puede compararse con la diferencia entre lanzar una lanza (White Crane) y disparar una flecha (Taiji). Al lanzar una lanza con la fuerza interna, se prestará atención a las fuerzas y la energía, que serán dirigidas con un esfuerzo mental muy claro, cuyo resultado final es una fuerte contracción de los músculos para extender el brazo y lanzar la lanza. Sin embargo, al disparar una flecha (en este caso la analogía es el cuerpo que actúa como un arco) el cuerpo es presionado contra el suelo por una combinación de impulso (de cualquier movimiento anterior), inercia (de la masa corporal y de la masa del compañero) y de la parte de las fuerzas del compañero que aceptamos (interceptamos). Durante este proceso, los músculos se estiran como las fibras del arco y las fuerzas y energías se almacenan por un instante dentro de esta condición elástica, y luego se liberan igual que se dispara una flecha. Usar una conciencia sutil para percibir y dirigir este proceso, en última instancia conducirá a una comprensión profunda del Jin elástico del Taiji.
Al hablar sobre la forma de Taiji, el Maestro Huang ponía un énfasis especial en relajar el cuerpo, escuchar profundamente y utilizar el Yi para dirigir los procesos sutiles y las fuerzas internas del cuerpo y del campo energético (Qi). Al discutir sobre el Empuje de Manos del Taiji, lo relacionaba con el concepto de "timing" (sincronización). "Timing" era la única palabra inglesa que el Maestro Huang utilizaba regularmente en su enseñanza. Hay sincronización en nuestro propio cuerpo para que los movimientos sutiles, fuerzas, energía y la mente se muevan por el cuerpo. También hablamos de "timing" en la interrelación de estos procesos entre el compañero y nosotros mismos.
El Maestro Huang explicó más profundamente el proceso de relajación diciendo que hay tres fases, soltar, hundir y vaciar (Sung, Chen and Kung); soltar se refiere a la eliminación de la fuerza externa del cuerpo, hundir se refiere a la aparición de las fuerzas internas, mientras que vaciar se refiere a dirigir estas fuerzas internas desde una parte profunda de la mente. Es fácil entender el soltar del cuerpo, aunque para lograrlo a un nivel alto se requieren años de práctica. Después de que los músculos se han contraído para iniciar un movimiento, se relajan y el cuerpo sigue moviéndose bajo la influencia de su propio impulso, cayendo ligeramente hacia el suelo durante el proceso. Entender la segunda fase, hundirse, es más complicado. No es solamente el asentamiento del campo energético y del cuerpo al presionar el suelo, sino quizás todo lo contrario: las fuerzas elásticas y la energía se intensifican y se fortalecen en un nivel más profundo, reemplazando a las fuerzas externas que al mismo tiempo desaparecen por la relajación del cuerpo. La tercera fase, vaciar la mente, aún es más difícil de entender. De nuevo, no significa calmar los pensamientos automáticos superficiales que habitualmente invaden la mente no entrenada de una persona, a pesar de que si sea la etapa inicial del entrenamiento externo. Recordad la frase taoísta: "El Vacío que está vacío no es el Vacío real. El vacío que está lleno, es el Vacío real". De la misma forma que soltar el cuerpo permite que las fuerzas y energías puedan crecer y trabajar dentro de este, la concentración en estas fuerzas y energías permite fortalecer una parte más profunda de la mente (la Mente Profunda o "la Mente dentro de la Mente") que surge gradualmente a lo largo de los años con el entrenamiento correcto. Entonces, el Yi (intención) que proviene de este aspecto más profundo de la mente toma el control de las energías y las fuerzas sutiles, así como del propio cuerpo.
Entender y practicar las tres fases del proceso de relajación significa entender y practicar la mente. Para iniciar la práctica de la mente el Maestro Huang, en sus últimos años, habló explícitamente de cerrar la conciencia diaria superficial como cuando vamos a dormir por la noche, usando entonces la conciencia más profunda que aparece para gestionar la práctica interna. La mente funciona simultáneamente en el nivel externo de la vida diaria (mente superficial en el mundo físico) y en cada uno de sus tres niveles internos (Mente Profunda dentro de los niveles del Hombre, la Tierra y el Cielo). Durante el proceso de la práctica interna, la mente inicialmente se dirige hacia el interior y se estabiliza en una percepción más profunda del cuerpo. Después se sintoniza con el nivel intermedio, las fuerzas que operan en el cuerpo (Taji-Jin-elástico). Por último, se sintoniza con el campo de energía personal con sus tres niveles (Jing, Qi y Shen). Más explícitamente, la miente tiene un triple aspecto: awareness/percepción (Dingjin), intención (Yi), e inteligencia, que operan en cada uno de los niveles anteriores. Esto se refleja externamente en el sistema nervioso, donde se sabe que hay nervios sensoriales (percepción), nervios motores (intención) y neuronas de procesamiento (inteligencia), trabajando juntos para controlar el cuerpo físico.
Para comprender mejor "awareness/percepción" (Dingjin) tanto en el sentido de la escucha en el primer nivel del movimiento corporal como en el nivel intermedio de las fuerzas internas, es necesario saber que de la misma forma que tenemos cinco sentidos externos (vista, oído, olfato, gusto y tacto) para percibir el mundo físico, tenemos también sentidos internos (que se pueden agrupar en 5) para percibir nuestro mundo interno. Estos sensores o terminaciones nerviosas, físicamente existentes, son los siguientes: sensores del dolor, sensores de posición de las articulaciones, sensores del estado muscular, sensores de presión y sensores de temperatura. Los sensores de temperatura y de dolor no están implicados directamente en los movimientos normales, de forma que todas las acciones son reguladas (a nivel subconsciente en las personas sin entrenamiento) por los sensores de posición de las articulaciones, del estado muscular y de presión. Así, para entrenar Dingjin tenemos que redirigir gradualmente nuestra atención de los cinco sentidos externos hacia estos tres sensores internos. El esfuerzo para practicar las posturas de forma precisa en la Forma de Taiji entrena los sensores de posición de las articulaciones. Entrenar los cambios de los músculos, inicialmente la contracción y la relajación, y más tarde el estiramiento y el des-estiramiento, se centra en los sensores del estado muscular. Aprender a sentir la presión de los pies en el suelo y la presión de las manos en el compañero, primero, y las presiones que se desarrollan profundamente en el interior del cuerpo, después, (especialmente alrededor de la pelvis y de la cintura), entrena los sensores de presión. El entrenamiento de estos tres sensores conducirá inevitablemente también a la percepción del campo de calor del cuerpo (a menudo confundido con el propio Qi).
Conseguir una comprensión más profunda de la intención (Yi) y el entrenamiento necesario para su fortalecimiento y refinamiento es un paso aún más difícil. Al hablar del Yi el Maestro Huang solía citar el siguiente dicho clásico: "El corazón (Xin = la esencia más profunda de nuestro ser, no el carácter emocional) genera el Yi (chino clásico = intención o voluntad). El Yi pone en marcha el Qi. Cuando el Qi se mueve el cuerpo sigue. Debido al incremento de las fuerzas generado por el correcto desarrollo del Yi, los métodos de entrenamiento del Yi, históricamente, han sido, como explicaba el Maestro Ma Yueliang, "enseñados en secreto a los miembros de las escuelas 'internas' de los pocos maestros que los entendieron realmente". El entrenamiento del Yi requiere un esfuerzo más directo que entrenar Dingjin, del mismo modo que activar los músculos requiere más esfuerzo que simplemente percatarse de la información sensorial. Esencialmente, fortalecemos el Yi concentrándonos inicialmente en un punto, tanto dentro como más tarde fuera del cuerpo, mientras que enviamos nuestra fuerza hacia ese punto. Para refinarlo, reemplazamos el punto por una línea de luz, recta primero y curva más tarde. Para mejorar aún más, reemplazamos la línea por la esfera cambiante, que se extiende la distancia de los brazos o un poco más. Ese sfera incluye al mismo tiempo todos los puntos y todas las líneas. Esta esfera final es el espacio único en el que la mente, la energía y todos los movimientos posibles del cuerpo se fusionan. Para perfeccionar y profundizar nuestro Yi, en todos los niveles internos, es importante recordar que el Yi siempre proviene del nivel en que se encuentra nuestra percepción en ese momento.
El resultado de la entrenamiento de "awareness/percepción" e intención en cada uno de los niveles es el desarrollo del tercer aspecto de la mente, la inteligencia, en cada uno de esos niveles. Al igual que un bebé a través de grandes esfuerzos (semi-conscientes) para aprender a caminar usando su (semi-consciente) percepción para comprobar los resultados, poco a poco va adquiriendo la experiencia cinética y la consecuente habilidad para caminar y moverse externamente de formas complejas, en el Taiji, los esfuerzos conscientes (intenciones), combinados con percepción consciente en cada uno de los niveles, construyen inteligencia en cada uno de dichos niveles. No se puede trabajar directamente sobre la inteligencia (comprensión o ser interno), ni tampoco se forma satisfactoriamente entrenando solamente la percepción. La inteligencia, el aspecto más importante de la mente, solamente se desarolla a través de la interacción consciente de "awareness/percepción" e intención.
Mientras que la práctica de la forma de Taiji desarrolla la fuerza interna, la práctica del Empuje de Manos del Taiji desarrolla la sensibilidad para aplicar esa fuerza internar. En cada etapa y en cada nivel, a medida que la inteligencia aumenta, todo lo conseguido en uno mismo puede ser extendido a su compañero en el Empuje de Manos del Taiji. En la explicación del Empuje de Manos del Taiji y la sincronización de los procesos y fuerzas sutiles (Taiji-jin), el Maestro Huang muy a menudo recordaba la directriz clásica: Chan, Lien, Nian, Sui - bu tui, bu ding. Puede traducirse como Tocar, conectar, fundirse y seguir - no resistir, no despegarse. A pesar de que se aprende mejor a través de la práctica física con aquellos que lo comprenden en sí mismos, puedo señalar que "Tocar" corresponde al movimiento y al estado muscular de contracción, "Conectar' corresponde a soltar y al estado muscular de relajación. "Fundirse" se corresponde con hundir y el estado muscular de estiramiento, mientras que "Seguir" corresponde a "Vaciar" y al estado muscular de des-estiramiento. Junto con "bu tui, bu ding" estos cuatro forman los 5 elementos (Wuxing).
El mayor agradecimiento que podemos dar al Maestro Huang por su esfuerzo enorme en la difusión y el desarrollo de Taiji es que tratemos de refinar, desarrollar y difundir sus métodos. Espero que mi pequeño resumen de algunos de los aspectos más profundos de su enseñanza, que he resumido especialmente para el 50 aniversario de la Sociedad de Taiji de Singapur, pueda ayudar a estimular eso. Singapur es un puente entre Asia y el mundo Europeo y Sociedad de Taiji Huang de Singapur se encuentra en ese puente. El Taiji es un arte Taoísta muy refinado. Que no se pierda esta profunda tradición; ya sea como un arte físico para la defensa personal, o como un arte para promover la salud a través de la circulación de fluidos y energía, o como un arte superior de desarrollo espiritual que lleva a la inmortalidad dentro los reinos internos. Si me preguntan si mis 35 años de práctica confirman esta posibilidad de inmortalidad, entonces debo responder que es completamente cierto, teóricamente accesible para todo el mundo, pero en la práctica sólo disponible para los que están dispuestos a hacer el esfuerzo de toda una vida mientras reciben además la orientación adecuada – siguiendo de ese modo los desvanecientes pasos del Camino marcado por el Maestro Huang.
Translated by Mieke Willems.
Final editing by Guillem Bernardo.
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